Las drogas más antiguas, como la heroína y la cocaína, podían destruir la vida de una persona, causando un deterioro general de la calidad de vida o por sobredosis, pero muchas de estas nuevas drogas pueden destruir una vida al provocar episodios psicóticos de alucinaciones, agresión, paranoia, pensamientos o impulsos suicidas y tendencias homicidas.

LSD, PCP y el éxtasis (MDMA) fueron las primeras drogas sintéticas, y la anfetamina y metanfetamina salieron a la luz incluso antes que esas. Ahora, los químicos internacionales parecen haber descubierto este nuevo mercado y están distribuyendo un nuevo producto químico destructivo tras otro en el mercado de las drogas ilícitas. Algunos de ellos se las arreglan para mantenerse un paso por delante de la ley, al cambiar la fórmula de una droga en particular que estén vendiendo, tan pronto como se convierte en ilegal. Simplemente cambian unas pocas moléculas y tienen una química nueva que no puede ser considerada ilegal.

Este ha sido el patrón del juego según una larga lista de nuevas drogas se han distribuido por toda Europa, el Reino Unido y los Estados Unidos. Ciertas formulaciones han sido reconocidas como “sales de baño” o marihuana sintética, y muchas otras drogas son sólo identificadas por números y letras. En conjunto, esta categoría de drogas es conocida por sus efectos impredecibles.

Los efectos adversos de estas drogas van mucho más allá de la idea de la sobredosis, de la supresión de la respiración o de un ritmo cardíaco que se hace más lento, efectos por los que se conocen drogas más comunes. Los efectos de estas drogas sintéticas pueden ser tan violentos como para afectar no sólo al consumidor de drogas en sí mismo, sino también a los niños o adultos en los alrededores.

La adicción hace que estas drogas sintéticas sean particularmente peligrosas

Debido a que todas estas drogas son adictivas, una persona puede empezar a consumirlas, sufrir un daño terrible y no ser capaz de dejar de volver a consumirlas una y otra vez. Cuando adicción amenaza la vida de una persona de esta manera, debe tener acceso a un programa de rehabilitación de drogas que le ayude a construir una nueva vida sin drogas. Con drogas tan fuertes, se necesita un programa completo que enseñe nuevas habilidades de la vida y que permita una desintoxicación profunda de residuos de drogas que podrían seguir afectando el estado de ánimo.

Eso es lo que los adictos en recuperación encuentran en los cincuenta centros Narconon que hay en los Estados Unidos y en todo el mundo. Desde California hasta Rusia, desde Venezuela a Taiwán, los centros Narconon ofrecen un programa a largo plazo, que ayuda a reparar el daño, a reducir la ansiedad y sienta las bases para una nueva vida sin drogas. Siete de cada diez graduados consiguen una duradera vida fuera de drogas después del programa Narconon, por lo que éste es uno de los servicios de rehabilitación más exitosos que hay disponible.